Una de las profesiones mejor recompensada por el amor y gratitud de las personas es el de las enfermeras y enfermeros, son muy respetados y valorados por el público en general, sobre todo cuando son consagrados y dedicados a los pacientes que necesitan de su trabajo, ayuda y apoyo; por eso quienes practican la enfermería en cualquiera de sus campos son considerados y reconocidos por su gran empatía, compromiso, sencillez y vocación de servicio.
La enfermería es
una de las profesiones que debe de tener mayor confiabilidad en los servicios
de salud, muchas vidas se ponen en mano de un enfermero/a, el mayor porcientos
de ellos, son personas íntegras, con muchos valores, pero como en cualquier
otra profesión siempre hay excepciones, y si revisamos la historia podemos
encontrar casos donde la negligencia venció a la ética y la humanidad, el abuso
de poder superó la humildad e incluso la bondad del alma le ganó al instinto
criminal de algunas.
En la historia de la medicina hay manchas oscuras de
enfermeras que nunca debieron ejercer por los graves actos que fueron desde
negligencias hasta asesinato, mencionaremos algunos de los más relevantes, que
incluso han sido llevado a la pantalla en películas o series televisivas:
1.
El “Ángel de la Muerte” de Pensilvania y Nueva
Jersey; Charles Cullen:
Charles Cullen, se considera el caso más infame de
crímenes cometidos por un profesional de enfermería en Estados Unidos, era un
enfermero registrado, hábil y demandado, que mostraba comportamientos que se
podían comparar entre el amor y el odio por sus pacientes, por un lado, muy
dedicado a sus enfermos, los educaba, protegía, apoyaba a sus compañeros
cubriéndole turnos cuando necesitaban, pero por otra parte tenía acciones
erráticas con administraciones de medicamentos y drogas que llegaron a ser
prácticas peligrosas. Trabajó en múltiples hospitales, en más de 10 entre 1988
y 2003, año en que fue detenido y confesó haber asesinado unos 40 pacientes,
pero las investigaciones estiman que la cifra real podría superar los 400.
Este caso puso en claro las fallas de los sistemas intrahospitalarios
para detectar conductas peligrosas y erráticas, la necesidad de mantener
monitoreado el desempeño del personal clínico. Utilizaba medicamentos como
digoxina, insulina o potasio para provocar paros cardíacos en pacientes que,
según él, “sufrían demasiado”, finalmente detenido tras años de sospechas
ignoradas y fallas institucionales que le permitieron cambiar de hospital a
otro sin consecuencias, era un gran manipulador, colocaba siempre las cosas a
su favor.
The Good Nurse, se puede ver en Netflix la película con ese título.
2. La Envenenadora de Bebés en Texas: Genene Jones.
En hospitales de Texas durante los años 70 y 80 Genene
Jones trabajó como enfermera pediátrica, inyectaba deliberadamente medicamentos
como heparina o succinilcolina para inducir crisis en los bebés, para después
tratar de salvarlos a como diera lugar, eso la hacía parecer una heroína.
Fue condenada a 99 años de prisión por el asesinato
de un bebé y el intento de asesinato de otro, aunque se cree que estuvo
involucrada en más de 60 muertes infantiles y su historia fue una de las más
escalofriantes dentro de la medicina pediátrica. Este caso provocó reformas en
las leyes de Texas sobre prescripción y administración de medicamentos,
especialmente en áreas pediátricas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Genene_Jones
3. Kristen Gilbert, nombrada la enfermera letal de Masschusetts
Durante sus turnos de trabajo observaron un aumento
de las muertes en el Hospital de Asuntos de Veteranos de Northampton en Massachusetts
donde era enfermera Kristen Gilbert, en los años 90, fue acusada de haber
matado a cuatro pacientes y por intentar asesinar a otros dos mediante la
administración de sobredosis de adrenalina, por ello se ganó el apodo de
"La Enfermera de la Muerte"
Su explicación o lo que motivaba sus acciones aparentemente
era el deseo de impresionar a un guardia de seguridad con sus "rescates
heroicos", fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad
condicional.
En estos enlaces pueden encontrar la versión de la
historia:
https://www.youtube.com/watch?v=0SicrxpQcRo
https://en.wikipedia.org/wiki/Kristen_Gilbert
4. Daniela Poggiali: el horror en las salas
Hospitalarias en Italia
La enfermera italiana Daniela Poggiali, en 2014 fue
arrestada y acusada de asesinar a varios pacientes ancianos en el hospital
donde trabajaba, usando dosis letales de potasio. Además de la gravedad de sus
actos, el caso se volvió aún más perturbador cuando aparecieron selfies que
Poggiali se tomó junto a los cadáveres.
Aunque su caso ha sido objeto de apelaciones y
controversias judiciales en Italia, dejó una profunda huella en el debate
europeo sobre el control psicológico y ético del personal de salud.
Puede verse la historia en la serie Enfermeras
que Matan, el episodio 4, en el enlace:
https://www.imdb.com/es/title/tt6283728/
Estos casos no solo conmocionaron a las comunidades
donde ocurrieron, sino que también provocaron reformas significativas en el
sistema de salud, lo más alarmante es que muchos de estos profesionales
lograron actuar durante años sin ser detectados, lo que revela vacíos
estructurales en la supervisión del personal de Salud, sobre todo de las
enfermeras que siguen siendo una de las profesiones más nobles, pero también es
una de las más delicadas, en sus manos está, literalmente, la vida de los
pacientes, por eso, estos casos deben ser recordados no con morbo, sino como
advertencia y como llamado a fortalecer los valores éticos que sostienen toda
atención médica de calidad.
Todos estos casos dejan muchas lecciones para los
sistemas de salud que deben implementar una supervisión clínica efectiva sobre
el personal y el medio donde se desempeñan, implementando herramientas
digitales de control, con registros estadísticos que tengan señales de alertas
y disparen alarmas y auditorías regulares para detectar patrones de
comportamientos clínicos anormales; se debe evaluar de forma periódica la salud
mental del personal que trabaja directamente con pacientes, ya que se demostró
que algunos casos mostraron síntomas previos, a sus acciones homicidas, de
desestabilización emocional que no fueron diagnosticados y tratados a tiempo.
Además, se deben de crear ambientes anónimos donde los profesionales puedan
denunciar sin miedo a represalias de cualquier índole, esto sería clave para
detectar abusos contra los enfermos.
Los enfermos y familiares confían en médicos, enfermeros, técnicos y todos los
que deben cuidarlos, ponen en sus manos lo más preciado que tienen, su vida, y
lo que menos esperan en que los traicionen o dañen, pero cuando la confianza se
rompe, el peligro acecha, puede ser victima de un asesino serial que se
aprovecha del estado vulnerable del paciente para cometer delitos.