En el ámbito de la salud, cada decisión médica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo, cuando los profesionales de la salud actúan sin la debida precaución o sin respetar los estándares establecidos, se incurre en imprudencia médica, una conducta que pone en riesgo la seguridad de los pacientes y la integridad del sistema de salud.
¿Qué es la Imprudencia Médica?
La imprudencia médica se refiere a la toma de decisiones y conductas arriesgadas sin la debida consideración de posibles consecuencias que afectan a los enfermos, a diferencia de la negligencia, que implica una omisión, la imprudencia se trata de actuar de una manera precipitada, donde no se valoran los riesgos ni se siguen protocolos establecidos.
Se caracteriza por realizar acciones temerarias, como procedimientos sin justificación, con ausencia de precaución suficiente, desestimando las normas de seguridad básicas o el desconocimiento voluntario donde se practica sin consultar información actualizada o la atención de una preparación adecuada.
Hay múltiples ejemplos donde se pueden evidenciar actos de Imprudencia Médica como lo son: realizar cirugías innecesarias, operar sin indicación clínica válida, prescripción irresponsable, recetando medicamentos sin verificar las contraindicaciones o posibles efectos adversos, procedimientos sin autorización, recetar tratamientos sin obtener el consentimiento informado del paciente, incluso desatender protocolos de emergencias y no se siguen las guías de atención en situaciones críticas.
Todas estas acciones de imprudencia que pueden realizar profesionales de la salud acarrean consecuencias tanto para el paciente como daños físicos y psicológicos permanentes, agravamiento de enfermedades o lesiones fatales y para el profesional sanciones legales que pueden incluso llevar a la prisión y pérdida de licencia, demandas civiles y daños a su reputación tanto personal y del Sistema de Salud, el cual también sufre de pérdidas, por un lado de la confianza del público en general y por otro económicos ya que se generan costos elevados provocados por las demandas legales y compensaciones a los afectados.
Conclusión
La imprudencia médica es un problema grave que puede evitarse mediante una formación profesional elevada y actualizada, el respeto a los protocolos establecidos y la práctica ética; prevenirla es una responsabilidad compartida por todos los profesionales de la salud, cuya prioridad debe ser siempre garantizar la seguridad y el bienestar de sus pacientes, solo así se puede preservar la confianza en el sistema de salud y asegurar una atención médica de calidad.
Algo increíble y horroroso de imprudencia médica lo encontrará en el siguiente artículo
https://www.bbc.com/mundo/noticias-39764610